Las investigaciones concernientes al uso óptimo del aceite de CBD para el manejo de la epilepsia evoluciona día a día; desde análisis de líneas celulares, hasta ensayos clínicos con pacientes menores de edad. Nuevos descubrimientos renuevan la esperanza tanto de pacientes como familiares para el manejo de este desorden, especialmente en casos pediátricos.
La incidencia anual en el territorio español cuenta con 12.400 – 22.000 casos nuevos, siendo individuos menores de edad (niños de 6 – 14 años) la mayor población afectada. Se calcula, además, alrededor de 8% – 33% de los casos de epilepsia no pueden ser controlados bajo tratamiento. En otras palabras, en España un aproximado de 100.000 individuos se ve en la necesidad de recurrir a tratamientos alternativos para poder controlar las convulsiones y cuadros sintomatológicos que este desorden conlleva. En niños, las convulsiones epilépticas ocurren a muy temprana edad, luego de un primer ataque, las probabilidades de una segunda ocurrencia son de 40 – 52%. En caso que ocurra una segunda, estas probabilidades aumentan hasta 73% dentro de los 4 próximos años.
Desafortunadamente, este desorden parece ser muy resistente ante tratamientos convencionales como los fármacos antiepilépticos, altas dosis de esteroides. Estos pueden producir efectos adversos incluso peores que las mismas convulsiones. Es por esto que, a pesar de años de investigación y desarrollo puestos en estos fármacos, los familiares y afectados con este desorden recurren a opciones alternativas, incluyendo CBD.
Efectos secundarios de tratamientos convencionales
Las primeras descripciones del cuadro sintomatológico de la epilepsia como desorden datan alrededor del año 400 a.C. documentados por el padre de la medicina, Hipócrates. Este desorden es ocasionado por una súbita actividad eléctrica en el cerebro, que a su vez se refleja en una anormal activación de las neuronas involucradas. Dando como resultado lo que se conoce como Convulsiones Epilépticas.
Este desorden parece ser muy resistente ante tratamientos convencionales e incluso dietas cetónicas (alta en grasa, baja en carbohidratos).
Los fármacos categorizados como antiepilépticos son diseñados para reducir la actividad eléctrica dentro del cerebro, por lo cual estos tienden a producir una cascada de efectos adversos y toxicidad, pudiendo ser estos tan o incluso peores que los malestares ocasionado por las mismas convulsiones.
Entre los efectos adversos comunes de medicamentos como Carbamazepina, Lamotrigina y Oxcarbazepina se tiene:
– Confusión.
– Letargia.
– Mareos.
– Pérdida de concentración.
– Pesadillas.
– Pensamientos suicidas.
– Agresión.
– Reacciones en piel.
– Dolores de cabeza.
– Desordenes menstruales.
– Anomalías visuales.
– Caída del cabello.
Es por esto que, a pesar de años de investigación y desarrollo puestos en estos fármacos, los familiares y afectados con este desorden recurren a opciones un poco menos convencionales.
¿Cómo afecta el CBD a menores de edad sufriendo epilepsia?
Desde el año 2008, el número de publicaciones relacionadas a las extracciones de Cannabinoides, aceite de CBD, ha ido incrementado considerablemente, contando hoy en día con más de 1205 publicaciones en bases científicas como PubMed. Entre las investigaciones con pacientes humanos cabe destacar ejemplos como el de Porter y Jacobson. En este estudio, se documenta la evolución en el tiempo luego de dosis de aceite de CBD en un grupo de 19 niños (edades entre 2 y 16), resistentes a tratamientos convencionales con antiepilépticos, se documenta también que estos individuos fueron tratados con alrededor de 12 diferente tipos fármacos, previo al inicio del estudio.
Se encontró que más del 50% de los individuos presentó drásticas reducciones en el número de convulsiones luego de la dosis de aceite de CBD y sin presencia de efectos adversos típico antes mencionados. Aún más interesante, fue la dosificación proporcionada, se reporta una dosis diaria de 0.5mg/kg hasta 28.6 mg/kg. Durante el seguimiento progresivo, padres y familiares reportan que los pacientes se vieron liberados de convulsiones luego de 4 meses de uso diario ininterrumpido. Otros casos mencionan hasta un 80% de reducción en la frecuencia de ataques. Cabe recalcar que dichas mejorías también influyeron en otros aspectos de la vida diaria de los pacientes como: mejora en el humor, mejor sueño y aumento en señales de alerta.
Estudios paralelos en pacientes sanos, reportan haber implementado dosis tan altas como 600mg en el uso de aceite de CBD, esta dosificación mostró ser muy bien tolerada y sin producir síntomas psicóticos en los individuos.
Posible explicación de la efectividad del CBD en el manejo de epilepsia
Nuevas hipótesis basadas en evidencia clínica sugieren que los efectos farmacológicos de este grupo de Cannabinoides podría ser explicado gracias a su mecanismo de acción sobre los Receptores Cannabinoides: CB1 y CB2. dentro de nuestro Sistema Endocannabinoide. Para hacer énfasis sobre estos receptores, se ha sugerido que la diferencia estructural entre las moléculas, CBD y THC, son las que marcan la diferencia en el momento de la estimulación y activación de estos.
Como vemos en la siguiente imagen:
La conformación estructural de ambos Cannabinoides es bastante similar. No obstante, al ser analizados en un espacio tridimensional:
Se aprecia que el THC posee una conformación relativamente plana en el espacio, mientras que el CBD posee ángulos en la configuración de sus anillos. Lo que ha llevado a investigadores a hipotetizar que esta conformación es la que explica por qué el CBD tiene poca afinidad por el receptor CB1 y, por ende, no produce efectos psicotrópicos cuando se llega a acoplar a este, pero sí produce los efectos terapéuticos.
Presente y futuro del CBD en el manejo de la epilepsia
Por un lado, la promesa proveniente del uso de este Cannabinoide es significativa, existen hoy en día muchos parámetros que deben ser estudiados con mayor rigidez científica y por otro lado, se debe educar a pacientes, familiar y médicos acerca de las propiedades, así como las limitaciones del uso del aceite de CBD.
Desafortunadamente este progreso no es lo suficientemente acelerado para poder ayudar al gran número de menores y adultos que padecen de este desorden. Lo que lleva a padres y familiares a la tomar salidas menos convencionales para así poder evitar efectos adversos irreversibles y el manejo de síntomas. Los estudios relativos a eficacia y seguridad en dosis altas puede tomar años en salir a la luz, por lo que se tiende a ver al CBD como un posible medicamento compasivo.
En conclusión, existe un número cada vez más grande de interés en el uso de aceite de CBD y otras formas de Cannabinoides dentro del área de estudios clínicos. Se espera que estos ensayos se vean potenciados con la rigurosidad correspondiente en un futuro cercano, debido al potencial efecto antiepiléptico de esta molécula.
Referencias:
1. A Practical Clinical Definition of Epilepsy, Robert S. Fisher et al. Departamento de Neurología y Ciencias Neurológicas, Universidad de Stanford, Escuela de Medicina, 2014
2. Cannabidiol: Pharmacology and Potential Therapeutic Role in Epilepsy and Other Neuropsychiatric Disorders, Orrin Devinsky et al. Departamento de Neurología, Centro Pediátrico de Epilepsia, Universidad de Californica San Francisco, 2014
3. Parental Reporting of Response to Oral Cannabis Extracts for Treatment of Refractory Epilepsy, Craig A. et al. Departamento de Pediatría y Neurología, Hospital de Niños de Colorado, Universidad de Colorado, Campus Medico Anschutz, 2015
4. Perceived Efficacy of Cannabidiol-Enriched Cannabis Extracts for Treatment of Pediatric Epilepsy: A Potential Role for Infantile Spasms and Lennox-Gastaut Síndrome, Shaun A. Hussain et al. Division de Neurología Pediátrica, Hospital de Niños Mattel, 2015
5. Report of a Parent Survey of Cannabidiol-Enriched Cannabis Use in Pedriatric Treatment-Resistant Epilepsy, Brenda E. Porter. Departamento de Neurología, Universidad de Stanford, 2013
6. Review of Patients in General Practice with a Diagnosis of Epilepsy: Development of a Practice Nurse Checklist and an Assessment of Resource Implications, Duncan R. Revista Medica Scott, 2005
Fuente: Sativida